Lasaña cremosa de espinacas y quesos italianos

Cuando hablamos de comida típica italiana, pocos platos representan tan bien el corazón de la tradición culinaria de Italia como la lasaña. Rica, reconfortante y siempre adaptable, es una receta que evoca reuniones familiares, domingos tranquilos y la calidez de un plato compartido. Aunque la lasaña de carne es la más famosa, hoy celebramos una versión más ligera, pero igual de deliciosa: lasaña de espinacas y quesos italianos.

Esta receta es perfecta para quienes buscan una opción vegetariana sin renunciar al sabor. El secreto está en la combinación de espinacas frescas, una bechamel sedosa y una mezcla de quesos italianos que se funden en un resultado dorado y burbujeante.

¿Por qué este plato representa la gastronomía italiana?

La lasaña tiene sus raíces en Emilia-Romaña, una región considerada la cuna de la gastronomía italiana. Es un plato que ha viajado por el mundo, adaptándose a los gustos locales pero manteniendo su esencia: capas de pasta, salsa y queso horneadas hasta la perfección.

Al usar quesos italianos como mozzarella, ricotta y Parmigiano Reggiano, esta versión de espinacas conserva la autenticidad del plato, ofreciendo al mismo tiempo un giro fresco y ligero. Demuestra que la cocina italiana no necesita ser complicada: solo ingredientes de calidad, paciencia y un toque de tradición.

Dato curioso: en Bolonia, la lasaña se prepara tradicionalmente con láminas de pasta verde (gracias a las espinacas en la masa) y se acompaña de ragú. Nuestra versión le da la vuelta a la idea, incorporando las espinacas en el relleno y logrando así un sabor vegetal, perfecto para vegetarianos.

Ingredientes (para 6 porciones)

  • 12 láminas de pasta para lasaña (fresca o precocida)
  • 400 g de espinacas frescas (lavadas y picadas)
  • 1 cebolla mediana, picada finamente
  • 2 dientes de ajo, triturados
  • 250 g de queso ricotta
  • 200 g de mozzarella rallada
  • 80 g de Parmigiano Reggiano rallado
  • 40 g de mantequilla
  • 40 g de harina
  • 750 ml de leche entera
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal y pimienta negra al gusto
  • Una pizca de nuez moscada

Preparación paso a paso

1. Preparar la mezcla de espinacas

  • Calienta un chorrito de aceite de oliva en una sartén.
  • Sofríe la cebolla y el ajo hasta que estén tiernos y fragantes.
  • Añade las espinacas y cocina hasta que se marchiten.
  • Sazona con sal y pimienta.
  • Deja enfriar un poco y mezcla con la ricotta. Esta crema será la base de las capas de tu lasaña.

2. Hacer la salsa bechamel

  • En una olla, derrite la mantequilla y añade la harina para formar un roux.
  • Vierte la leche poco a poco, batiendo constantemente para evitar grumos.
  • Cocina a fuego medio hasta espesar.
  • Condimenta con sal, pimienta y nuez moscada.
  • Esta salsa suave es lo que dará a la lasaña su textura cremosa característica.

3. Montar la lasaña

  • Unta una fuente para horno con aceite de oliva.
  • Cubre la base con una fina capa de bechamel.
  • Coloca una capa de pasta, luego la mezcla de espinacas y ricotta, después mozzarella y más bechamel.
  • Repite el proceso hasta acabar con los ingredientes, terminando con pasta, bechamel, mozzarella y abundante Parmigiano Reggiano.

4. Hornear hasta dorar

  • Precalienta el horno a 180°C.
  • Hornea la lasaña durante 35–40 minutos, hasta que la superficie esté dorada y burbujeante.
  • Deja reposar 10 minutos antes de cortar para que las capas se asienten y los sabores se integren.

Consejos para una lasaña perfecta

  • Usa espinacas frescas siempre que sea posible; el sabor será más intenso. Si usas congeladas, exprímelas bien para eliminar el exceso de agua.
  • El Parmigiano Reggiano es imprescindible: su sabor intenso y ligeramente a nuez es el toque que eleva la receta.
  • Si quieres aún más cremosidad, añade dados pequeños de queso scamorza o provolone entre las capas.
  • Para una versión más ligera, usa leche desnatada en la bechamel y reduce un poco la mozzarella.
  • Puedes preparar la bechamel y el relleno un día antes, y montar y hornear al día siguiente.

¿Por qué te encantará esta receta?

Esta lasaña de espinacas es todo lo que esperas de la comida típica italiana: reconfortante, sabrosa y perfecta para compartir. Resalta lo mejor de los quesos italianos en una receta equilibrada que combina verduras, salsa cremosa y pasta en cada bocado.

Además, es muy versátil. Acompáñala con una ensalada fresca, pan crujiente y una copa de vino blanco italiano para tener una comida elegante y satisfactoria. Tanto en una cena familiar como en una ocasión especial, esta lasaña siempre roba sonrisas.

Un trozo de Italia en tu mesa

Cocinar comida italiana no se trata solo de seguir una receta: es conectarse con una tradición que valora la sencillez, la frescura y el cuidado en cada plato. Con esta lasaña, no solo preparas una comida, sino que traes un pedacito de gastronomía italiana a tu propia cocina.

Lo mejor de las recetas italianas es su capacidad de adaptación. Puedes sustituir las espinacas por calabacín, usar pasta integral para una versión más saludable o probar diferentes quesos italianos. Cada variación conserva ese espíritu inconfundible de Italia.

Así que la próxima vez que quieras un plato reconfortante, olvídate del pedido a domicilio y prueba esta receta. Porque nada dice “auténtico italiano” como una fuente de lasaña recién salida del horno.